El proceso de creación de una pluralidad de regímenes internacionales crea una compleja constelación de sistemas de regulación jurídica, que por lo general funcionan de manera descentralizada, con gran autonomía y fragmentación. Esta convivencia genera una ‘interlegalidad’ en la cual los Estados pierden el control del conjunto de los procesos en manos de actores financieros transnacionales. Sin embargo, estos procesos pueden también ser utilizados por los Estados para recuperar capacidad de ejercicio de poder regulatorio ante actores económicos concentrados y trasnacionales. Frente a esta contradicción, no existen reglas consensuadas para resolver los conflictos normativos, ni instituciones internacionales que tengan competencias asignada formalmente para dirimirlos. El presente artículo procura presentar un panorama general de algunas discusiones en curso sobre la conformación de una pluralidad de regímenes internacionales, sus relaciones, divergencias y posibles convergencias.